Naufragio entre las Cíes en 1956: Secuelas

  Tormento y Búsqueda cerca de las Islas  


CRÓNICA 2.

  FIESTAS OTOÑALES Y TRAGEDIA.
El 10 de noviembre de 1956, sábado y víspera del día más esperado, Moaña cancela las fiestas patronales (por San Martiño castañas e viño como en la vecina villa de Bueu, también marinera) y desde el mediodía pasa de la música de tres orquestas a los tañidos funerarios, de los fuegos jubilosos al silencio y… las prendas a estrenar se ennegrecen.
Cesan asimismo como duelo las faenas pesqueras, porque de 11.106 habs son marineros más de los 2.224 que figuran inscritos y —tras lo ocurrido a 9 millas de casa— guardan luto más de 500 familiares.





El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores declara que 14 marineros habían naufragado en 1938, otros 6 una década antes y durante los festejos. ”Nuestras fiestas nos traen mala suerte; aquí estamos acostumbrados a las bromas del mar pero… esta catástrofe ¡No se recuerda otra semejante! Los familiares de los fallecidos recibirán pensiones del 75%, estipuladas por el seguro, pero es poco”. Y promete que los cofrades gestionarán donativos
La noticia de la catástrofe vuela: el 11 Faro de Vigo titula LUTO EN LA RÍA, junto a LA ONU EXIGE LA RETIRADA DE LAS FUERZAS SOVIÉTICAS EN HUNGRÍA y otros medios, emisoras… envían corresponsales o indagan sobre el tema.

  LUTO 
Entre las víctimas hay dos padres con sus hijos, dos viudos que dejan tres huérfanos, casados que dejan 6, 4, 3, 2 o uno, solteros (uno casaría al día siguiente), casi niños... El párroco Donato anuncia que Quiroga Palacios, arzobispo de Santiago, ha enviado dinero y pésames a las familias y se oficiará una misa en la playa.
Llegan telegramas y autoridades que el lunes asisten al funeral —oficiado por el propio cardenal— con 8.000 almas; entre ellas Pepa Pedriña, madre de un desaparecido que solo halla sosiego en una roca costera donde plañe:
-¡Ha de vir!, ¡Ha de vir...!, ¡O meu filliño non pode morrer...!

Un Lobo de Mar clama a los féretros: ¡Adeus, compañeiros! y una prometida gime sobre su enlutado traje nupcial. Se declara el luto oficial y la Comandancia de Marina abre una suscripción popular con 5.000 pesetas, que en once días asciende a 82.523 y dona —con Caja de Ahorros, Trabajo y Cáritas— otras 172.000  para los damnificados, mayormente viudas del mar  jóvenes y con niños a los que se promete amparo.

   3 NOCHES  
Buzos poco equipados buscan los cuerpos pero tras alcanzar un lecho marino de agujas pétreas, barrancos camuflados por algas agitadas y encontrar únicamente más restos de la embarcación, abandonan. Hay quien cree que los cuerpos están atrapados dentro del buque hundido y piensa pedir ayuda a los hombres-rana de "empresa extranjera que pretende recuperar los famosos galeones... hundidos hace siglos''.
El martes 13 Faro publica en portada: Citroën confirma la instalación de su factoría en Vigo, el Celta vence al Deportivo en Riazor… pero destaca el naufragio. Y Mons. Espinosa Rodríguez, creador y director del Orfanato para Hijos de Náufragos Pobres (junto al Templo del Mar, obra de A. Palacios soñada por el propio Espinosa, en Panxón) firma en contraportada un artículo que resumo:







-Habrá solicitudes para niños [las niñas irían para Sada] pero no podemos acoger más que a los 92 que aquí se educan, víctimas de dramas similares; llegan dádivas mas ya superamos los límites posibles y no logramos apoyo para la obra ya proyectada. La tragedia me obliga a decirlo: de toda España vienen críos y donativos; Vigo y su entorno, con esfuerzo de todos, deben ejecutar ese hogar que albergue a niños que volverán hombres cabales a la sociedad. Espero respuesta de cargos, armadores y marineros: la pide a gritos la tragedia del Ave del Mar.
El copropietario del barco, padre de un desaparecido, tras tres cortos días y sus largas noches en las islas esperando los cuerpos, enlutado y sin dormir, se acercó en una lancha con ataúdes al “DIOS TE GUARDE" —la humilde barcaza arenera adaptada por los frogmen para tareas de arqueología submarina — y, tras ofrecerles 2.000 pts por cada cadáver que recuperasen, imploró su ayuda.





  5 DÍAS  
Robert Stenuit, Florent Ramaugé y John Payne Nathan —a los que espera otra decepción tras los análisis de sus últimos y difíciles hallazgos arqueológicos— rechazan el dinero, navegan con premura al estrecho interinsular, supuesto cementerio marino, donde se percibía un fuerte hedor y espuma marrón o sopa de morto; realizan inmersiones durante horas, tocan fondo a 15 metros y al anochecer divisan una red de pesca, una tabla astillada y otros restos del pesquero.
La prensa revelará en portada una imagen del Dios te Guarde y que “el equipo de hombres-rana ya busca los cuerpos, arriesgándose en parajes submarinos abruptos que dificultan los infructuosos trabajos”. Como casi lo impiden el mar revuelto, las tormentas… el 14 y el 15; el 16 lo imposibilitan: no pueden bucear.
    
Pero el equipo internacional de submarinistas del investigador estadounidense John S. Potter, Jr. planifica la búsqueda y conoce los peligros de la zona; concretan los requisitos legales, van a Moaña y escuchan a los familares:

-Somos muy pobres y no podemos pagar los trabajos de rescate









-Nuestra misión es de pura hermandad con el pueblo marinero y si Dios nos favorece con algo de calma en el mar, haremos lo posible por recuperarlos —contesta Florent R.

El sábado 17 EL CASO, semanario madrileño, abre portada con una larga y excelente crónica de Carlos Zeda: TRAGEDIA EN EL MAR GALLEGO que menciona la colaboración de los frogmen “de Empresa extranjera”, mientras estos  peinan los fondos de A Porta desde la punta interior hacia fuera y haciendo inmersiones alternas: en la sexta Florent divisa el tanque del buque, Robert la hélice y —suponiendo que un risco submarino frenaría restos— en una depresión arenosa topa el timón, unas botas de pesca y… ¡Un pálido fantasma oscilante, inflado y calavérico!
    En su exploración sabatina cuenta once en el fondo marino: desnudos o vestidos, blancos cual mármol, desmembrados tras siete largos días a merced de los agentes submarinos… ¡Y en el centro de un remolino! Vuelve a la necrópolis con John y Florent, quien compara la escena con un campo bélico:
-Como si finaran con especial resignación; uno impresionaba por las manos sobre el pecho y los dedos entrelazados, como recién muerto en su lecho...

FRANKS RODIZ





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